Gracias a ti, persona que está leyendo esto, tengo las ganas y la inspiración para hacer de mis sueños palabras, GRACIAS :)

viernes, 13 de enero de 2012

Capítulo 3 #

Para nuestra sorpresa, un chico rubio, no muy alto, de ojos azules y una preciosa sonrisa, nos abrió la puerta.  Las tres nos miramos con los ojos como platos. Y empezamos a hablar en español como locas.
- OH DIOS MÍO, ES NIALL HORAN. - Dijo Ana sin dejar de mirarle.
- OH DIOS MÍO, ¿VAMOS A VIVIR CON ELLOS? ¿CON ONE DIRECTION? - Dijo Lucía, mirándonos y chillando emocionada.
Pero debieron oír nuestros gritos, aunque fuesen en otro idioma, porque dos chicas vinieron a la puerta junto con Niall. Ambas eran de una altura muy parecida, no más altas que Niall. Una de ellas tenía el pelo negro, liso y ojos verdes. La otra tenía el pelo más ondulado, castaño oscuro y los ojos azules.
- Oh, ¿vosotras sois las chicas españolas? - Dijo una de ellas.
- Sí. - Dije yo emocionada. Al principio casi lo suelto en español, pero rectifiqué y empecé a hablar inglés.
- ¡Entrad entonces! Os enseñaremos la casa y nos presentaremos. - Dijo la otra chica.
Ana y Lucía me miraron, yo las miré a ellas. Asentí con la cabeza y entramos en la casa. Justo detrás de la puerta había un gran pasillo, que terminaba en unas escaleras que llevaban al segundo y tercer piso, y al lado contrario se encontraba el salón, con la cocina también, y un gran ventanal que daba a la piscina del jardín. Todo estaba lleno de fotos, de cuadros...Era una casa muy acogedora. En el salón había tres sofás, una tele y una chimenea. Todas las paredes hasta ese momento estaban pintadas de blanco, y con los muebles en tonos marrones, negros, blancos, y demás, combinaban muy bien. Niall, y las dos chicas nos dirigieron una mirada que decía "sentaos,¿no?". Dejamos nuestras cosas a la entrada del salón y nos sentamos.
- Bueno em.. Yo me llamo Maribel. - Dije con una voz tímida.
- Yo soy Ana. - Dijo ella dirigiendo una gran sonrisa.
- Y yo soy Lucía - Dijo haciendo una sonrisa, un poco vergonzosa.
Ambas esperamos respuestas de ellos tres, aunque Niall no hacía falta que se presentara, ya lo sabíamos todo sobre él.
- Yo me llamo Christinna. - Dijo la chica de pelo ondulado y castaño. - Encantada de conoceros. - Y nos dirigió una sonrisa.
- Yo soy Helena. - Dijo la otra chica. No nos dirigió una sonrisa, pero se ruborizó un poco cuando habló, y acabó haciéndonos una sonrisa un poco tímida.
- Yo.. bueno yo soy Niall Horan. - Las tres nos miramos sonrientes y él rió - No os vayáis a pensar mal, no vivo aquí. Pero mi novia sí, así que me veréis a menudo. - Y en ese momento, Niall miró a Christinna y le guiñó un ojo.
Las tres nos miramos aún más sorprendidas. ¿La novia de Niall? ¿Viviendo con nosotras? Eso significaba que en cualquier momento podíamos verlos a todos, a los cinco, era como un perfecto sueño. Tras las presentaciones, Helena nos enseñó la casa, ya que Christinna se había marchado con Niall. Era una casa absolutamente preciosa. En el primer piso, se encontraban las habitaciones. Las tres teníamos cuartos distintos, uno para cada una, al igual que Christinna y Helena, y luego dos habitaciones para invitados más. Había tres baños repartidos por la planta. La verdad es que vista desde fuera no parecía una casa tan grande, pero desde luego que lo era. Subimos al segundo piso, y allí no se encontraba la típica buhardilla con trastos viejos. Había tres habitaciones más. Una con una televisión, por si alguna de nosotras queríamos estar solas, o veníamos acompañadas. Luego, había otra donde estaban guardadas algunas maletas y demás, y donde teníamos que dejar las nuestras tras vaciarlas. Y una tercera habitación, mucho mayor que las anteriores, donde había guitarras, dos sofás, un ordenador, reproductores de música y demás. Esa sala, según Helena, era para "cuando tenemos visita". Tras ver toda la casa, decidimos ir cada una a nuestra habitación mientras Helena hacía unos recados, para cambiarnos de ropa, instalarlos y demás.
- ¿No os parece increíble? - Dijo Ana hablando en español desde su habitación, para que Helena no se enterara de nada.
- ¿El qué exactamente? ¿El hecho de que estemos en Londres o que vivamos con la novia de Niall Horan? - Dije yo desde otra habitación riendo.
- ¿O el hecho de que vayamos a conocerlos en cualquier momento? - Dijo Lucía riendo también.
- Todo. Es absolutamente perfecto. - Dijo Ana riendo también.
Eramos felices, nada podría quitarnos esa felicidad en ese momento, y las tres calladas, y en algún momento tarareando algunas canciones, deshicimos las maletas y nos cambiamos de ropa. Lucía se puso unos pantalones vaqueros de pitillo, sus converse con la bandera de Reino Unido dibujada en el lateral, una camiseta de Paul Frank azul y una chaqueta blanca. Ana se puso unos pantalones marrones, unas deportivas, y una sudadera azul con la frase 'I ♥ Me'. Y yo finalmente, tras muchas dudas, me puse unos pantalones negros, unas deportivas, una camiseta azul, y una chaqueta encima tipo americana en tonos azules oscuros y blancos, con una gran 'A' naranja. Y cuando ya estábamos bajando las escaleras, Niall entró por la puerta de la casa. 
- ¡Hey! - Dijo él. Tan normal. Como si se le olvidara que era famoso, que nosotras sabíamos todo o gran parte de él, pero aunque eso fuese así, estaríamos viéndole un mes, y teníamos que actuar de forma normal.
- ¡Hola! - Exclamamos las tres a la vez. 
- ¿Vais a salir? - Nos miró la ropa y sonrió - Veo que sí. Aquí tenéis una copia de las llaves, a Christinna se le olvidó darosla. - Dijo mientras me tendía la mano con las llaves. Las cogí y él siguió hablando - Si os perdéis, que espero que no, aquí tenéis el número de Helena y Christinna. - Dijo mientras me daba un papel con los dos teléfonos. Ni de broma se parecían a los españoles. - Bueno... he venido que me he dejado las llaves de la casa aquí. - Dijo entrando al salón con un poco de prisa. 
Las tres sonreímos y decidimos ir también al salón, era la primera vez que estábamos tan cerca de él, y no sería la última vez en este mes. 
- ¡Aquí están las malditas! - Dijo riendo. - Luego los chicos me pegan si las pierdo - Dijo dedicándonos una sonrisa mientras salía del salón y se dirigía a la puerta - Que os lo paséis bien en vuestro primer día en Londres. - Y acto seguido, salió de la casa.
- Oh dios mío, es tan guapo, es tan... - Dijo Ana emocionada, pero Lucía le interrumpió.
- Tan novio de Christinna. - Dijo mirándola de mala manera, pero acabó riendo. 
- Bueno chicas, son las 12:03pm ya. ¿Salimos y volvemos para comer? - Propuse con una sonrisa.
- ¡Claro! - Contestaron ambas.
Salimos de la casa y decidimos explorar el barrio. ¡Quizás estábamos cerca de alguno de nuestra clase y podíamos contarle con quién íbamos a estar este mes! Así que las tres, haciendo tonterías, echando carreras, y hablando en español (era una ventaja estar en otro país que no hablara ese idioma bien del todo, la gente no se enteraba de lo que decíamos) dimos mil y una vueltas por los rincones más cercanos. Llamamos también a un par de personas, a Laura, a Olatz y demás, pero nadie vivía por aquí. Era frustrante, porque aunque Christinna y Helena eran simpáticas, no nos queríamos olvidar totalmente de todos durante un mes. Así que al final, dejamos la búsqueda de compañeros de nuestra clase por el barrio. 
- Son las 1:56 pm, ¿volvemos ya por si está Helena, chicas? - Dijo Ana mirándonos. 
Lucía y yo asentimos con la cabeza y volvimos a la casa. Increíblemente no nos perdimos, y tardamos como quince minutos en llegar. Cuando entramos a la casa, vimos a Helena más arreglada de como la vimos la última vez, y preparando la comida. 
- ¡Chicas! Vaya, ¿habéis estado dando vueltas por el barrio? - Dijo sonriendo más que la primera vez que la vimos esta mañana. 
- Sí... - Dije yo acercándome a la cocina. Lucía y Ana se sentaron en el sofá y se engancharon a los móviles. - ¿Quieres que te ayude en algo? 
- No tranquila, ya me apaño yo sola. - Miré por la encimera, y vi muchos platos. Cantidad de comida, que cinco chicas, era bastante dudoso que se comieran ellas solas, a no ser que fueran comilonas, y Ana, Lucía y yo, no lo éramos desde luego. - Pero, quiero hablar de una cosa con vosotras antes de nada. - Y la sonrisa se le borró de la cara. Dejó lo que estaba haciendo y fue hacia los sofás, tomó asiento en frente de Lucía y Ana, y yo me senté al lado de ellas a escuchar. 

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