Gracias a ti, persona que está leyendo esto, tengo las ganas y la inspiración para hacer de mis sueños palabras, GRACIAS :)

martes, 24 de enero de 2012

Capítulo 19 #

La botella dejó clara la trayectoria de mi próximo beso. Louis. Louis Williams Tomlinson. Miré la botella, me quedé pasmada mirándola, maldiciéndola en mis interiores. Todos se quedaron callados, nadie habló como las anteriores veces, nadie gritó, nadie dijo nada. El silencio se apoderó de la habitación. No sabía que hacer, y por la cara de Louis, él tampoco. ¿Nos besábamos? No. ¿O si? Realmente no sabía que hacer. Estaba con Zayn, y aunque esto sólo fuese un juego, para ambos significaría algo más, y más significaría para Zayn si se enteraba. 
- Creo que es mejor que dejemos de jugar. - Louis interrumpió mis pensamientos con ese comentario, y yo no podía estar más de acuerdo.
- ¡No! ¡Beso, beso, beso! - Gritó Mary riendo.
- Mary, sabes de sobra que es la novia de Zayn. - Repuso Eider.
- Ya, y por eso ambos están aquí, solos en la playa, mientras Zayn está a kilómetros de distancia. - Dijo Oliver.
- Callaos por favor... - Pidió Haizea.
- ¡Venga que se besen! Es solamente un beso, no va a morir nadie. - Dijo James, y todos rieron con él.
Yo no sabía que hacer. Podía negarme, pero eso les haría pensar mal de mí. Primero porque pensarían que soy una loca negando un beso de Louis, y segundo, que se creerían que me gusta ir ligera ropa. Y eso no era así. No tuve más remedio. Me incorporé y me puse de rodillas. Él fue a gatas hasta mí. Apartamos la botella de en medio de ambos. Cuanto más se acercaba, cuanto más corta era la distancia entre nosotros, más ganas tenía una parte de mí de besarle, y más culpable se sentía la otra parte de mí, por Zayn, por lo que iba a hacer. Louis se incorporó y se puso de rodillas también. Comenzó a acercarse a mí cuando me observó bloqueada, sin saber si seguir avanzando a mí. Estábamos a 20 centímetros el uno del otro, ya casi podía sentir su respiración, como ayer cuando estábamos en el baño. Era justo la misma sensación, no, era más exagerada. Esta vez sabía que ambos nos íbamos a besar. Todavía podía retirarme, pero no quería, una parte de mí no quería. Parecía que ese beso sería una prueba fundamental en un experimento que mi corazón estaba tramando, y realmente no me gustaba que hiciera cosas por su cuenta. 
- Puedo negarme yo, si quieres. - Me susurró él, aún estando entre nosotros esos 20 centímetros.
- No. No lo hagas... - susurré, e intenté esbozar una sonrisa. Pero no lo logré.
La distancia se fue acortando. Más, más, más, cada vez más. 10 centímetros. Él me cogió de la cintura suavemente, y me trajo hacia sí. Milímetros quedaban entonces. Unos milímetros más. Un pequeño empujón para completar la prueba irrefutable del experimento de mi corazón. Me miró por última vez a los ojos, ambos clavamos la vista el uno en el otro. Me sonrió. Notaba su respiración por mi rostro, y sus manos pasando hacia mi espalda ligeramente. Pasó. Sus labios se toparon con los míos y fueron sólo uno. Noté que me ruborizaba e incluso que me ponía nerviosa. Mi frecuencia cardíaca aumentó considerablemente, y noté como todos empezaban a chillar por la situación. No sé si era posible, pero aún quedaba distancia entre ambos, y él con un pequeño toque acortó la distancia a 0. Tres, cuatro, cinco...ocho segundos. Realmente empezaba a sentir algo que nunca había sentido con alguien. Ni si quiera con Zayn, y no sabía a que se debía eso. ¿Le quería? ¿Realmente quería a dos personas? Eso nunca creí que fuese posible. Está muy visto el típico cuento de la chica que tiene un novio, el novio tiene un amigo, la chica se hace amigo del novio, y ella duda entre ambos. Nunca quise esa historia para mí. Pero la estaba viviendo. Quizás sí que quería a Louis. Pero bajo la máscara de 'como amigos' quizás había algo más. Corazón, eso tramabas, ¿verdad? Eres cruel, pero te lo agradeceré a medida que pase el tiempo, supongo. Se separó de mí, delicada y dulcemente, parecía que no quería hacerme daño. Abrí los ojos y allí estaban los suyos, esperando ver una sonrisa en mi rostro, o cualquier otro gesto facial. Quizás quería saber si realmente besaba bien. ¡Pero qué cosas digo! Clavé de nuevo mis ojos en los suyos, azules, lindos, realmente te perdías en ellos. Me fui alejando lentamente de él, para volver a mi sitio al lado de Eider. Cinco, diez, doce centímetros de distancia entre ambos. Él no se movía. ¿Por qué? No lo entendí. Pero esa pregunta se resolvió rápidamente. Me agarró de nuevo la cara, suavemente, pero seguro de lo que estaba haciendo. Me trajo hacia sí, y me volvió a besar. Corto, mucho más corto que el anterior, podríamos llamarle pico. Sonreí. ¿Por qué sonreía? Vale, le quería. Maldito corazón, ya lo averiguaste. ¿Por qué me volvió a besar? No lo entendía, o no quería entenderlo. Ambos nos incorporamos en nuestros sitios, tras las risas y comentarios de todos los demás. Decidí dejar de jugar, me levanté y me dirigí a la cocina. No sabía por qué había echo eso. Todo empezó por estúpidos celos hacia el beso de Mary y Louis. Me senté en una de las butacas, la cocina y el salón estaban conjuntos, así que aún los podía ver jugando. Louis seguía con esa sonrisa, esa sonrisa que tanto me gustaba, aunque se notaba que sonreía por quedar bien delante de todos. Miré la encimera. Me quedé empanada mirándola, no había nada, pero quizás podía encontrar un minuto de paz en mi mente. No lo encontré, obviamente no lo encontré. Mi vista, como otras veces ya viviendo este sueño, se nubló. Comenzaba a llorar. Las lágrimas caían sin cesar, pero eran lágrimas silenciosas. Intentaba quitármelas rápidamente, pero en seguida salían más. Intenté no parecer muy agobiada para que nadie se diese cuenta. Pero alguien sí se percató de que me ocurría algo. 
- No estés mal por lo que acaba de ocurrir. Es sólo un juego. - Haizea tomó asiento a mi lado, y comenzó a pasarme la mano por la espalda, con intento de animarme. 
- Si fuera sólo un juego yo no estaría así... - Dije casi en un susurro, no podía dejar de llorar en ese momento.
- No te tortures. De los aquí presentes no saldrá ni una palabra, así que esa preocupación puedes quitártela de la cabeza. - Dijo, la miré y estaba sonriendo. Realmente era una chica increíble.
- Eso no es lo peor, Haizea. No voy a ser capaz de mirar a Zayn a la cara... - Dije, volviendo a mi pensamiento de haber sido infiel a la promesa que le hice a Zayn. 
- Haz lo que creas conveniente en el momento oportuno. - Dijo levantándose de la silla, haciendo ademán de irse - Pero recuerda que todo, absolutamente todo, sucede por una razón. - Acto seguido se dirigió a donde estaban todos los demás.
Haizea comunicó su pensamiento de querer irse ya, que era muy tarde, y todos decidieron irse también. De mí, se despidieron con un adiós lejano, y yo les contesté, aunque muchas ganas no tenía. De nuevo en la casa quedamos yo y Louis, solos. No sabía como reaccionar. ¿Le digo que hablásemos de lo ocurrido? Realmente, él no tendría ganas, y yo tampoco. ¿Que necesitaba saber el por qué del segundo beso y qué significó todo para él? Pues sí, realmente lo necesitaba saber. Tres toques en mi espalda. Me di la vuelta al sentir que era él. 
- Lo siento - intervino él antes de que yo dijese nada. Se sentó a mi lado, y siguió hablando - no era mi intención, viste que propuse el dejar de jugar, incluso te propuse el que yo me negara...- pero le interrumpí yo esta vez.
- No sé por qué no me negué. No sé que pretendía conseguir besándote. Quizás llevaba demasiado tiempo feliz y era hora de que llorara. No sé por qué hice todo, por qué tiré, por qué me puse celosa de Mary, no tengo ni idea de por qué pasó todo, pero pasó...- me levantó la cabeza antes de que siguiese hablando y me hizo mirarle a los ojos.
- ¿Te pusiste celosa de Mary? Jajajajajaja - sonrió.
- Eres bobo. Te lo digo en serio, ¡esto es un tema serio! - reí yo también.
- ¿Eres ahora rapera? Deja de hacer rimas tontas, mujera. 
- ¿Mujera? Jajajajajaja, ¿quién hace rimas tontas ahora? 
No sé como lo había echo. No sé que super-poder zanahoriano había utilizado, pero me hizo olvidar las lágrimas unos minutos. Me había echo sonreír con lágrimas en los ojos. Me había echo sacar una sonrisa sincera de un corazón destrozado y decepcionado consigo mismo. Me había devuelto la felicidad durante unos instantes. Esta vez fue él quien me hizo feliz.
- Anda y no seas boba, ¡soy DJ Tommo! ¿Tan fan eres que no sabes ni eso? Jajajajajaja.
- Para tu información sí que lo sabía. Pero que seas DJ no implica que seas rapero.
- No soy rapero, soy DJ Tommo - Boo Bear, con aires de zanahoria, men. 
- Jajajajajajajajajajaja - comencé a reírme a carcajadas al oír esa rima - realmente eres idiota eh.
- Me pegaste la idiotez, tú te tienes que culpar. - Sonrió al verme sonreír a mí. 
Me cogió en brazos y me llevó hasta el piso de arriba así. Parecíamos Clark Kent y Lois Lane. Aunque realmente él me había salvado hoy. Hoy él había sido mi superman. Llegamos a la habitación y él me dejó en  el borde de ella. Me sonrió y me comunicó que iba a ponerse el pijama. Yo me quedé ahí sentada, inmóvil. ¿Cómo lo había echo? ¿Cómo me había echo sonreír en uno de los peores momentos de mi vida? Realmente no tenía ni idea, y cuantas más vueltas le daba, más complicado me parecía todo. Sonreí. Me mordí el labio inferior muy suavemente, y me estremecí pensando en el beso que habíamos compartido antes. Ya no quería llorar. Quizás mi corazón comprendió que aunque le hubiese besado, y hubiese llorado por ello, realmente yo estaba enamorada de Zayn. Porque no lloré por el beso. No lloré por besarle. Lloré por Zayn, por lo injusta que había sido por él. Quizás sí que mi corazón lo aclaró todo, y se dio cuenta de quién quería que fuese su próximo propietario. Como siempre, yo estaba inmersa en mis pensamientos, y de nuevo Louis salió del baño con una sonrisa y ese pijama sin camiseta que, a una parte de mí, le chiflaba. Se sentó al borde de la cama, justo al opuesto de donde yo estaba. Me levanté sin decir ni una palabra, y me metí en el baño con mi pijama y el resto de mis cosas. Eché el pestillo. ¿Qué me estaba pasando? Me cambié y me puse el pijama. Pero esa imagen no salía de mi cabeza. Me quité la coleta que aún llevaba puesta, y miré al espejo. Y me quedé atónita. Un mensaje estaba grabado en él, cuando el vapor de agua hacía de las suyas en el cristal. Sonreí. Sonreí porque nadie nunca había echo eso por mi, ni siquiera para verme sonreír. Noté húmedo el ambiente, Louis había encendido el agua caliente sólo para escribirlo. Y creo que mi corazón ya no tenía tan claro qué quería. 
Sonríe, por mí o por quien sea. Porque ahora mi felicidad depende de la tuya. 

3 comentarios:

  1. Me as matadoooooooooooooo! Nose como lo haces pero siempre acabo llorando en tus capituloooooooos! INCREIBLE ADORO ESTA NOVELA ADORO A LOUIS ADORO TODOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! Perfectoooo:D Me encantaaa Sigueeeee asi:D

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  2. diooooooooooooooooooooos mioooooooooooooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!! me encanta enserio!!! es el mejor libro que me he leido nunca... cada no tengo palabras:) tengo unas ganas locas de saber como acaba:D

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  3. x diosss nooo puede ser te adoro y a tu nove me haz sacado miles de sonrisas y de emocion amo tu novelaa <3

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