Gracias a ti, persona que está leyendo esto, tengo las ganas y la inspiración para hacer de mis sueños palabras, GRACIAS :)

domingo, 22 de enero de 2012

Capítulo 16 #

- Louis, ¿quieres venir conmigo unos días a la casa de playa de mi padre?
Él se separó y me miró. Me ruboricé, no sabía por qué le había dicho eso. Me puse nerviosa, porque él no sonreía ni nada por estilo, estaba serio, y al cabo de unos segundos miró la pantalla del ordenador y siguió escribiendo. La había cagado, así que intenté rectificar.
- Lo siento, no sé por qué dije eso - reí nerviosa - lo-lo siento, no hagas ca... - Y él me interrumpió.
- Estaré encantado de ir.
Me sonrió y me sonó el móvil. Miré nerviosa la pantalla y vi que era del Twitter. ¿Quién me había mencionado? Lo vi, y sonreí. Había sido Louis.
¿Cuántos días nos vamos? ¡Directioners que me voy de vacaciones con @(mi maravilloso nombre del twitter) os echaré de menos! 
Le miré sonriendo, incluso se me escapó alguna carcajada. Me sentía tan bien estando con Louis, definitivamente me hacía olvidar cualquier problema que tuviese. Era increíble, y creo que por eso le quería tantísimo.
- Hoy. - Contesté levantándome de la silla.
- ¿Hoy? ¿Ahora quieres decir?  - Dijo Louis, sonriendo perplejo.
- ¡Sí! ¿Por qué perder tiempo? Sólo estaremos fuera los días que Rebecca esté aquí.
- Está bien, llamaré a un taxi... ¡Y haré las maletas!
- En quince minutos en mi habitación. - Dije con una sonrisa, mientras salía de la habitación.
- Tardaré menos.
Salí con una sonrisa y pegué una carrera hasta la habitación de Zayn. Sí, allí había estado durmiendo estos últimos días. Casi tenía todas las cosas sin desempaquetar, así que me vino de perlas. Eché a la maleta la bolsa de aseo, algunas cosas más que tenía por allí esparcidas, y casi no había terminado de echarlo todo, cuando llamaron a la puerta.
- ¿Ya terminaste Boo Bear? - Dije sonriendo al ver a Louis.
- Te dije que tardaría menos. - Sonrió.
- Es casi imposible - reí.
- Mis poderes zanahorianos me ayudaron.
Ambos reímos y yo terminé de empaquetar todas las cosas que creí que necesitaría. Cuando iba a salir de la habitación, Louis me frenó.
- ¿No les vamos a decir nada?
Cierto, tenía que despedirme de todos. Cogí un papel y un bolígrafo e hice una nota.
- ¡Oye! Uno de los que vinieron a decirnos que fuésemos a cenar, ¿era Harry? - Dije yo, atónita.
- Sí, ¿por qué? - Rió.
- Mierda, Ana ya está aquí.
- Te lo dije cuando vi a Harry.
Volvimos a reír. Cogí el bolígrafo y casi no tuve que pensar que ponerles, todo me salía solo. Todo me salía del corazón.
Siento la ausencia pero necesitaba alejarme unos días si Rebecca va a estar aquí. Sí, me voy con Louis, no hay motivos de alarme, sigo con Zayn, y le quiero, simplemente vamos a pasar unos días fuera. (Acto seguido, añadí en español) Chicas, vigilad a Rebecca. Cortaré el móvil, en tres días estaremos de vuelta. Os quiero. 
Dejé la nota sobre la cama de la habitación de Harry, cogí las maletas y Louis y yo bajamos las escaleras hasta la puerta principal. Estábamos abriendo la puerta, cuando una voz nos hizo parar.
- ¿Dónde vais?
- ¡Niall! - Dije, mientras corría para abrazarle.
- ¿Os vais? - Dijo él, mirando las maletas.
- Nos vamos. Todo está en la nota. - Dijo Louis mientras sacaba las maletas al porche de la calle, para cuando llegase el taxi.
- ¿Nota? ¿Cómo que os vais? - Dijo Niall, empezaba a alterarse.
- ¿Cuánto tenemos Boo Bear? - Miré a Louis con una sonrisa.
- 5 minutos aproximadamente. - Contestó, y siguió sacando las maletas.
- Suficiente. - Sonreí y miré a Niall - Lo he estado pensando, si Zayn puede ignorar a su novia el tiempo que su ex novia esté aquí, yo puedo irme con Louis de vacaciones unos días.
- Pero... - No le dejé terminar la frase.
- Entiéndeme Niall. Necesito despejarme. - Dije yo, esbozando una pequeña sonrisa - La nota está escrita también en español, si te preguntan qué pone, por favor, si lo entiendes no digas nada. No digas a donde vamos, di que no nos viste marchar. - Acaricié la preciosa cara de Niall, cuando este estaba serio, parecía que estaba pensando qué decirme.
- ¿Donde vais? - Me contestó él con voz temblorosa.
- A la casa de la playa de mi padre. Tres días, no más. - Sonreí.
- ¿Lo prometes?
- Lo prometo. - Sonreí y le di un beso en la mejilla.
- Pasadlo bien, de mi boca no saldrá nada, en serio. - Intentó sonreírme y me dio un beso en la frente.
Me di la vuelta y vi que Louis ya había sacado todas las maletas, y justo acababa de llegar el taxi. Salí, cerré la puerta silenciosamente, y vi que Niall se quedaba tras ella, mirando. Se me partió el corazón al ver esa imagen, pero necesitaba hacer esto. No sé por qué una parte de mi necesitaba olvidarse de todo esto unos días. Ayudé a Louis a subir las maletas en el taxi, y nos subimos. Le di la dirección al taxista, y nos pusimos en marcha. Un par de veces pregunté cuánto tardaríamos en llegar, y el hombre, amablemente me contestó que en unas horas estaríamos allí. Sonreí a Louis, siempre que me miraba le sonreía. Estaba feliz, porque aun siendo esto una locura, una locura de las grandes, él la estaba realizando, él estaba cometiendo esta locura conmigo. Al cabo de unas horas de viaje, llegamos a una playa un poco desierta, y quise pensar que era porque la noche ya había entrado bien en Reino Unido. Fui bajando algunas maletas mientras Louis pagaba al taxista, pero me vio que no podía con algunas y vino rápidamente a ayudarme.
- Tu pagas, yo bajo las maletas. Te dije que fuese al revés, pero no quisiste... - Dije ayudando a bajar la maleta que era tan pesada. Como no, era mía.
- Tu pones la casa, yo pongo todo lo demás. - Me sonrió, y nuestras manos se rozaron al intentar coger la misma maleta. Es cierto que ya le había dado la mano a Louis, es cierto que ya tenía un nivel de confianza con Louis bastante considerable, pero aun así, ese roce hizo que me estremeciera. Le miré, y comencé a ponerme nerviosa. ¿Por qué? No lo sé. No entendía porque tenía esa sensación en el cuerpo. Sacamos todas las maletas y las dejamos en el porche.
- Voy a casa del hombre que me comentó mi padre, no tardo.
Le di un pequeño beso en la mejilla y salí corriendo hacia la casa que me había dicho mi padre. ''Dos manzanas a la derecha, nombre del casero, Charles.'' Llegué a una casa, parecía más humilde que la de mi padre. Antes de entrar, volví a contar. Sí, dos manzanas. Aquí era. Llamé a la puerta y un hombre de edad avanzada me abrió con una sonrisa.
- ¿Maribel? - Dijo el hombre.
- ¿Charles? Vengo a por las llaves de la casa de mi padre. - Dije amablemente.
- Ah sí, sí, tu padre me avisó. Aquí las tienes. - Dijo él, dándome unas llaves en las que estaba inscrito el apellido de mi familia. - Si quieres cualquier cosa, no dudes en venir a pedírmelo.
- Muchas gracias, muy amable. ¡Siento la molestia! Buenas noches. - Me despedí con una sonrisa y volví corriendo hacia la casa.
Cuando llegué vi que Louis no estaba en el porche. Me asusté. ¿Donde estaría? Me acerqué más a la casa y nada, ni rastro de Louis. Miré hacia la playa y lo vi allí. Sentado en la arena a pocos metros del agua. Sonreí y fui a hacerle compañía.
- ¿Qué haces aquí? - Dije yo, con una sonrisa.
- Esperar.
Me sonrió, se levantó y ambos nos dirigimos a la casa. Abrí la puerta y para mi sorpresa, la casa estaba perfectamente cuidada. Muy limpia, recogida, todo perfecto. Justo al entrar se encontraba el salón y la cocina. A la derecha de la puerta principal estaban las escaleras que llevaban al piso de arriba. Muchos cuadros, y todo perfectamente ordenado. Había una pequeña chimenea en el centro del salón, aunque no llegaba a entenderlo del todo, pues en la costa es donde menos frío hacía. Pero aún así, la casa era perfecta.Si todo esto lo hacía Charles, mañana sin falta tenía que ir a darle la enhorabuena. Subimos al piso de arriba con algunas dificultades, pues eran muchas maletas las mías, pero finalmente conseguimos llegar. Había dos habitaciones. Una a la derecha, y otra a la izquierda según el final de la escalera. Justo al lado de estas, hacia arriba, había otras escaleras, más cortas, que llevaban a la buhardilla. En la habitación de la izquierda, había una cama muy grande, más grande de lo normal, de matrimonio. Calculé que de ancho tenía unos dos metros, era enorme. Después pasamos a la habitación de la derecha, y había dos literas. Supuse que era para los niños. Estaba decorada con algunos juguetes, y respecto al resto de habitaciones, esta es la que parecía más infantil. Estaba pintada con colores muy vistosos y llamativos. Al fondo de la habitación, vi una puerta, me acerqué y abrí, y observé que había un baño, que seguía el fundamento de la habitación. De colores, con juguetes, vamos, una monería.
- ¡Aquí también hay baño! - Gritó Louis desde la habitación principal.
- Jajajajajaja, ¡perfecto entonces! - Sonreí y me miré en el espejo que había en el baño.
Por el reflejo vi que Louis se acercaba a la habitación y hacía unos aspavientos un poco extraños. Más que tomármelo a mal, me lo tomé a bien, y comencé a reírme. Bajé la vista un momento, y cuando me di la vuelta tenía a Louis tan cerca de mí que le oía respirar. Empecé a ponerme nerviosa, muy nerviosa. Me temblaban las piernas incluso. Intentaba seguir riendo, pero no podía. Tenía la mirada clavada en sus ojos, esos ojos tan preciosos que él tenía. Estaba totalmente perdida en ellos, cuando una frase me dijo el final del laberinto donde estaba metida, y me hizo volver a la realidad.
- Tenemos un pequeño problema.

2 comentarios:

  1. me encanta la novela, pero no quiero que deje a Zayn!!! porfavor, responde lo antes posible que me asusto xd
    pd. escribes genniaaaaal! me encanta tu novela :)

    ResponderEliminar
  2. amo tu nove es muy linda escribes incre eres genial

    ResponderEliminar

¿Te gustó? ¡Comenta!