Capítulo 46 #

(NARRA MARIBEL)

Me desperté al sentir a alguien caminando por la habitación. Me giré a ambos lados, y no vi a nadie. Era extraño que Lucía se hubiese levantado ya. Ambas dormimos juntas, ya que cuando llegamos anoche, todos habían juntado dos camas para dormir los cinco juntos. Me desperecé un poco, frotándome los ojos y estirándome sutilmente, antes de levantar la vista para ver quién era el merodeador que tenía en la habitación. Madre mía. Hoy estaba bien vaga. Pero precisamente, hoy, era el concierto de los chicos. Me incorporé en la cama renegando, dejando que las mangas de mi pijama cayeran un poco por mis hombros hacia los brazos. Y un pequeño grito salió de mí al verle allí.

- ¿Tú no estabas ensayando? - grité.

- Idiota, busco mi móvil - contestó Zayn.

- Ya... - me tapé con las sábanas.

- dirigió su vista hacia mí - Te he visto vestida y sin vestir, no sé de qué te avergüenzas.

- No me avergüenzo, me ha entrado frío.

- Ya, claro.

Siguió buscando por los cajones y las sillas aquel móvil. Y lo vi, en la mesita de noche que estaba a pocos centímetros de mí. No sé por qué, pero lo cogí, y lo escondí debajo de la almohada, justo detrás de mí. 

- ¿Y qué tal con Lucía? 

- me dirigió una mirada desafiante - Bien, ¿por qué? ¿Estás celosa?

- Yo no he dicho eso - reí levemente - me alegro.

- Te lo tomaste mejor de lo que esperaba.

- ¿Cómo esperabas que me lo tomara?

- Pues que os peleaseis o algo así.

- Idiota, yo estoy saliendo con Louis, así que no me molesta.

- ¿Estáis saliendo? - dejó de buscar y me miró serio.

- Pues...digamos que sí.

- Ah, vale. 

Silencio, bastante incómodo por cierto.

- ¿Te molesta a ti que yo esté con Louis?

- No, pero tampoco hace falta que me lo estés recordando a cada segundo que pasa.

- Sólo te lo he dicho dos veces desde que lo dejamos.

- Suficientes. Ahora me lo acabas de recordar, maldita - rió levemente.

- Zayn no quiero que nos llevemos mal por que ya no estemos saliendo.

Suspiró profundamente mirando al suelo y susurró algo que no logré entender. Supuse que se estaría quejando por no encontrar el móvil. 

- Eso, tenías que haberlo pensado antes de ponerme los cuernos con Louis.

- Yo no te puse los cuernos.

- Tenía cornamenta, no me lo niegues.

- Te lo niego. 

Se acercó a la cama, rápidamente, sin darme cuenta lo tenía delante de mí, apoyado con los puños y las rodillas en el colchón, mirándome con una sonrisa un tanto pícara.

- Niégalo ahora.

Sólo le miraba. Se acercó a mí, demasiado. Estábamos a centímetros el uno del otro. ¿Me iba a besar? No lo sé, pero yo...

- Eres idiota si crees que lo voy a hacer. Respeto a mis amigos.

Se levantó, abrió la puerta y me miró por última vez.

- Si ves mi móvil, avísame.

Y pegó un portazo. Dejándome de nuevo allí, con cara de idiota, y con una parte de mi corazón hecha añicos.

(NARRA HARRY)

- Louis  - susurré cuando terminé de entonar algunos acordes - necesito hablar contigo.

- Dime - contestó alejándonos un poco de los demás.

- ¿Puedes llamar a Maribel?

- ¿Para qué?

- Para ver si Ana ha dado señales de vida. Si no se ha ido, si se ha quedado...

- Harry, déjala. Dijo que iría a Irlanda. Lo dijo, no te negaste, ahora te aguantas.

- Yo no me aguanto. Anoche discutimos más que nunca. 

- ¿Lo habéis dejado?

- No...o sí. No lo sé. La despedida no fue muy buena.

- ¿Qué pasó?

- Ya te lo conté.

- Ah sí. Decirle que se divirtiera con Niall no fue muy apropiado.

- No y menos cuando me zampó que se había muerto su abuelo.

- Qué puntería Harry.

- Gracias - contesté irónicamente.

- No creo que la pierdas porque esté unos días haciendo compañía a su mejor amigo en unos momentos de necesidad.

- Estamos los demás, eso es lo que me jode. Confía más en ella que en nosotros.

- Por el amor de Dios, Harry. Que es tu novia.

- Sí, y el día en que la necesito con diferencia, no está.

Ambos estuvimos callados durante varios minutos.

- Llamaré a Maribel a ver qué me cuenta.

- Gracias Louis... 

Nos dimos un pequeño abrazo y me acerqué a ver a Zayn, que acababa de entrar por la puerta, y parecía bastante cabreado.

(NARRA LOUIS)

- ¿Maribel? - dije alegremente.

- ¡Buenos días!

- Buenas, ¿puedo preguntarte algo?

- Claro, dime.

- ¿Sabes algo de Ana?

- No, me acaba de llamar, que está en Irlanda, y que cuando Niall vuelva ella volverá. Mientras tanto allí se queda.

- Qué putada lo de Niall, ¿eh?

- Pues sí, le ha venido fatal en este momento.

- Seguro que lo está pasando fatal.

- La duda ofende.

Sonreí.

- ¿Sabes que le pasa a Zayn? - pregunté rompiendo el silencio que se había formado entre ambos.

- ¿Por qué lo dices?

- Acaba de llegar del hotel bastante cabreado.

- Será porque no encuentra el móvil.

- O será porque te ha visto allí.

- No creo que sea por eso. Según me ha dicho, no le afecta el que no estemos juntos.

- Así que habéis hablado.

- Sí. Pero Louis...

- ¿Qué?

- No te enfades.

- Jajajaja, ¿y por qué me iba a enfadar?

- No sé...¿no estás enfadado?

- ¿Pero por qué? Jajajajaja.

- Por hablarme con Zayn.

- Eres idiota, ¿verdad? ¿Por qué me iba a enfadar por eso?

- No sé... Zayn se enfadaba cuando hablaba contigo.

- Pues yo no - dije algo molesto.

- Vale vale...¿nos vemos por la noche?

- En realidad, iba ahora a verte.

- Pero si estáis de ensayo.

- Que me puedo escapar.

- ¿Y Lucía donde está?
- Pues se fue a desayunar con...Liam.

- ¿Liam? ¿En serio?

- Sí, bueno, si me dejaras ir a verte te lo contaría.

- Eres un chantajista. 

- Pero me amas.

- Anda ven, por favor.

- ¿Ahora quieres que vaya?

- Y te digo cuanto te quiero.

- Suculenta oferta.

- No seas ceporro y ven anda, que te echo de menos.

- Vale vale, ya voy.

Colgué y cogí mi chaqueta, poniendo como excusa para ir al hotel que tenía que traer algunas cosas que necesitaría para el concierto, mi zanahoria de la suerte, y algunas cosas más. Entre risas me dijeron que no tardara en volver más que Liam. Salí corriendo y en pocos minutos estaba entrando en el hotel, con una sonrisa. Y fue entonces cuando me topé en el ascensor a Lucía y a Liam. Fue inesperado. Pero lo único que podía hacer era dedicarles una sonrisa haciendo que ellos se sonrojaran.

(NARRA MARIBEL)

Estaba vistiéndome. Había sido la última en levantarse y siendo las doce y media, ni si quiera había desayunado, y mi estómago empezaba a quejarse. Elegí unos shorts vaqueros que ya tenía puestos, y me estaba poniendo una camiseta ancha blanca cuando Louis entró a la habitación gritando mi nombre.

- ¡Ah joder! ¿Te puedes esperar? - grité tapándome. Iba con la ropa interior. Pero aún así me daba vergüenza.

- Claro - se tapó los ojos.

Me puse rápidamente la camiseta y me acerqué a él silenciosamente mientras seguía con los ojos tapados.

- Bú - susurré quitando las manos de sus ojos.

- Mira que princesa más preciosa me acaba de alegrar la vista.

- Idiota. Cuéntame lo de Lucía.

- Primero iba lo de decirme cuánto me querías.

- Cierto - reí.

Le besé lentamente, pasando mis manos por su cuello. Me lo continuó también despacio, lento, sin prisa alguna.  Fue pasando sus manos por mi cintura, pegándome a él y haciendo que mi piel se erizara por completo. Puede que mi cabeza tuviera algunas dudas. Respecto a él y Zayn. Pero los momentos así con Louis...en general, los momentos con Louis. No los cambiaría por nada. Al menos eso creía yo, hasta que un móvil, que no era el mío comenzó a sonar y mi cabeza rezaba porque Louis no se diera cuenta de quién era. Ni de dónde estaba escondido.