Capítulo 43 #

- Li-Liam - tartamudeé.
- Hola - contestó secante.
- ¿Cuánto hace que estás aquí? - dije intentando disimular los nervios que me reconcomían por dentro.
- Lo suficiente. Así que Zayn, eh.
- No-no es lo que crees - me senté a su lado con una sonrisa un tanto fingida - Entre nosotras lo decimos de broma - reí falsamente - Igual que decimos que Maribel quiere a Louis.
- Ella quiere a Louis.
Hubo un silencio un tanto extraño y cargado de incomodidad durante varios segundos.
- No pienses lo que no es Liam, en serio, son tonterías entre nosotras, no es nada real - dije posando mis manos sobre sus brazos.
- Es que ahora todo encaja, por eso no me creo que sea mentira lo que has dicho.
- ¿Cómo que todo encaja? ¿Qué encaja?
- El que tú y yo hayamos tardado en salir, todo eso, el que antes de salir apenas me prestaras atención...
- Eso es mentira Liam, lo sabes.
- Zayn estaba siempre delante. Y como viste que él estaba bien con Maribel, viniste a por mí para disimular. Y ahora que parece que de nuevo lo van a dejar, vuelves a él.
- Liam, eso es mentira. ¡Joder! Yo te quiero a ti.
- Claro, ¿me disfrazo de Ana para ver si así me dices la verdad?
- Eres un gilipollas. Se acabó.
Salí de la habitación con lágrimas en los ojos. No podía creer que yo hubiera sido capaz de pronunciar esas cinco palabras. Pero tampoco me creía lo que Liam acababa de decir, así que estaba en las mismas. No me topé con nadie mientras me dirigía a la puerta, quería salir a dar una vuelta, a despejar mis ideas. Pero nada más abrir la puerta, iba quitándome las lágrimas y caí al suelo encima de alguien.
- Vaya, ten cuidado Luc... - no terminó aquella frase - ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?
- No ha pasado na... - hasta aquel momento no supe quién era, pero una vez mis ojos pudieron ver tras la neblina que dejaban las lágrimas, lo vi.
Ojos marrones miel, pelo oscuro, como su piel. Una camiseta de tirantes blanca que le marcaba los pectorales. Pantalones algo cortos. Unas vans blancas. Y unas manos que sujetaban mi cara, mientras ambos estábamos tirados en el suelo.
- Estoy bien Zayn - dije levantándome lentamente, algo avergonzada.
- No estás bien. La gente no llora así por que sí - esbozó una pequeña sonrisa.
- En serio...
- Y tan en serio. ¿Quieres que vayamos a dar un paseo? Y no me niegues que no ibas a salir.
Reí levemente.
- Me pillaste.
- ¡Yeah! - hizo gestos de ganador - Vamos anda.
Cerró la puerta, me cogió de la cintura, haciendo que saliera delante de él, mientras un pequeño susurro parecido a 'las señoritas primero' llegaba a mi oído, e iba en vuelo directo a mi corazón.
(NARRA NIALL)
Llegué a la casa con los chicos, tras haber ido a dar un pequeño paseo y no había nadie. Nadie preguntó el por qué Liam, Lucía y Zayn no estaban, pero imaginamos que Liam y Lucía estarían juntos y que, Zayn, querría estar solo. Entré en el salón y me tumbé en el sofá, muerto de sueño.
- Joder, yo no madrugo más - dije hundiendo la cara en un cojín.
- Pero si no has madrugado tanto rubio - dijo Ana sentándose en el suelo con el móvil.
- ¿Tardarán mucho en venir Maribel y Louis? - preguntó Harry entrando en la estancia.
- Pues ni idea - contesté.
- Maribel nos dijo que para la tarde estarían por aquí - contestó Ana.
- Bien, tenemos que ensayar - comentó Harry.
- Cierto, aún no hemos hecho mucha cosa desde que vinimos - dije colocándome boca arriba.
- Y el concierto es en una semana y media - añadió Ana.
- Justo - reímos Harry y yo al unísono.
En ese momento, un móvil comenzó a sonar.
- ¿Sí? - contestó Ana. Supusimos que era el suyo - ¿Zayn? No, no está - silencio - No, Lucía no se ha ido con él que nosotros sepamos - silencio - No en serio, ahora la llamaré de todas formas - silencio, una pequeña sonrisa se alzó en el rostro de Ana - de nada, ¡hasta ahora!
- ¿Quién era? - preguntó Harry intrigado.
- Liam, estaba buscando a Zayn.
- ¿Para? - pregunté.
- Dice que le parece haberlo visto con una chica. Quería saber si era Lucía.
- Tiene que ser ella - dijo Harry.
- No, no soy yo - de repente, había entrado en la casa y ninguno nos habíamos dado cuenta.
- ¿Entonces quién es? - pregunté sin darle importancia a la rara aparición de Lucía allí de repente.
- Una amiga de Zayn. En realidad, la acaba de conocer - todos la miramos con los ojos como platos - Os tengo que contar algo... De mí y de Liam. Lo de Zayn...viene después.
(NARRA LOUIS)
- Sólo digo que podíamos haber cogido un avión que llegara a Sevilla, y no a Madrid - replicó Maribel mientras salíamos del aeropuerto.
- Es que si llegaba a Sevilla, tardábamos menos en llegar.
- ¿Y qué? - me miró - ¿no es eso lo que pretendíamos?
- No, lo que yo pretendía era quedarme contigo toda la vida en Doncaster.
- Sí claro - rió - ¿y el grupo qué?
- Ensayamos por internet y nos reunimos en los conciertos.
- Idiota.
Ambos reímos y seguimos caminando, y cogimos un taxi hasta la estación de tren. Una vez allí, compré dos billetes hacia Málaga. La mujer que allí trabajaba, amablemente me dijo que saldría en unas dos horas. Así que nos sentamos en las sillas, dejando las maletas en el suelo. Maribel puso su cabeza sobre mis piernas, mientras se tumbaba y acaparaba dos o tres sillas de mi derecha.
- Ahora sí estoy cómoda - dijo sonriendo.
- Qué vaga eres - reí.
- Oye, que los viajes en avión cansan.
- Excusas.
De repente, sonó su móvil, interrumpiendo nuestra conversación.
- Disculpa - susurró - ¿quién? - silencio - ¿y no era ella? - más silencio, mientras su sonrisa se iba borrando de la cara poco a poco - vale...gracias por llamar, te quiero.
Guardó su móvil en silencio, mientras se incorporaba en la silla al lado mía.
- ¿Quién era? ¿Qué ha pasado? - dije viendo como agachaba su cabeza y agarraba sus manos con fuerza.
- Han visto a Zayn con otra. Al principio pensaban que era Lucía, pero ella no era. Zayn, sólo acompañó a Lucía para que ella se desahogara. Según ha dicho ella, él conoció a una chica y...
- ¿Y...?
- Que según Ana, cree que a él le gusta.
- Pero si está contigo idiota.
- Y yo estoy aquí contigo.
El silencio se apoderó de la sala durante varios minutos.
- Llámalo.
- ¿Para qué?
- Dejadlo ya, ¿a qué esperáis?
- Yo no quiero dejarlo con él - dijo algo molesta.
- Eso es lo que dice tu cabeza, no tu corazón.
- Si hiciera lo que mi corazón dice...te ibas a enterar. Te iban a dar ganas de no querer hacer caso nunca más a mi corazón.
- Hazlo. Carpe diem, pequeña.
- ¿Vive el momento? Estás loco.
- Por ti.
Vi cómo sonreía y me miraba.
- ¿En serio quieres que haga caso a mi corazón? - me dijo levantándose de la silla.
- Sí - dije seguro.
- Entonces dame los billetes - no le pregunté. Confiaba en ella. Se los dí con una sonrisa - y mientras voy a hacer una cosa... Quédate aquí pensando en esto - me plantó un besos en los labios y acto seguido se fue corriendo a hablar con la chica que nos había atendido antes.
(NARRA MARIBEL)
No estaba muy segura de aquello. Pero iba a hacerlo. A Zayn le gustaba la primera golfa que se encontró por Marbella, pues muy bien. Cambié los billetes eligiendo otro destino. La mujer, Patricia se llamaba, me dijo que el tren salía en cinco minutos.
- ¡Muchas gracias! - dije en español.
- Vaya, ¿hablas español? - contestó riendo.
- Sí - reí.
- Pensé que erais ingleses.
- Él lo es, yo soy de Andalucía - reí.
- ¡Andaluza, eh! Buen viaje guapa.
- Gracias.
Salí corriendo hacia Louis gritando que teníamos cinco minutos para montarnos en el tren. Él, algo desconcertado e intentando correr con sus maletas, fue tras de mí, hasta llegar al andén. Vimos que el tren estaba llegando. No dejaba de preguntarme que a dónde íbamos, si nuestro tren salía en varias horas.
- Eso es, salía. Este es otro, te explico por el camino - dije sonriendo.
- ¿Quién eres tú y qué has hecho con Maribel?
- Hola, soy su corazón y actúo por ella, tal y como dijo un tal señor Tomlinson.
Ambos reímos y esperamos al tren mientras paraba en el andén. Paró delante de nosotros y entré buscando nuestro vagón mientras Louis le daba los billetes al revisor. No estaba muy lejos. Era el vagón 3, y según me había prometido la chica que vendía los billetes, este vagón iba a estar totalmente vacío. Eso era lo que quería. Estar a solas con Louis. Me asomé mientras dejaba las maletas y vi como el revisor y él estaban en una conversación bastante entretenida. Louis le hablaba en español y el revisor no lo entendía muy bien. Me acerqué riendo.
- ¿Algún problema? - dije hablando español.
- Ah menos mal que usted habla español - rió - le decía a su compañero que si tienen algún deseo de comer chucherías, o de beber algo, dos vagones a la derecha hay una pequeña tienda.
- ¡Ah vale! Muchas gracias - dije agarrando la mano de Louis con una sonrisa burlona, mientras él nos miraba a  mí y al revisor perplejo, ya que no entendía nada de lo que hablábamos.
- ¿Son ustedes pareja? - miré al revisor algo sonrojada - Ah bueno, no quiero meterme en donde no me llamen.
- No, no somos pareja... ¡Pero quién sabe! Quizás acabamos juntos - reí.
- Bueno... ¡Que disfruten del viaje! - dijo mientras se acercaba a otros pasajeros que acababan de entrar.
Ayudé a Louis con las maletas mientras ambos nos dirigíamos a nuestro vagón. Las colocó al lado de las mías y sentó en el asiento del pasillo.
- ¿Dónde vamos?
- Vagón vacío - dije mirando a las dos puertas de entrada y salida - vale, le debo la vida a Patricia.
- ¿Hola? Zanahorias llamando a Maribel.
- Dime - reí.
- Que donde vamos.
- Cambio de ruta. Nos vamos a Jaén.
- ¿Jaén? - dijo con dificultad.
- Si, te prometí que conocerías a mi sobrina, ¿no?
Esbozó una pequeña sonrisa y se acercó a mí, con intenciones de devolverme lo que antes de cambiar los billetes le dí. Pero una llamada le frenó en seco. Cogí el móvil mirando la pantalla, para ver quién era. Y Louis reaccionó de una manera que no esperaba.