Gracias a ti, persona que está leyendo esto, tengo las ganas y la inspiración para hacer de mis sueños palabras, GRACIAS :)

viernes, 10 de febrero de 2012

Capítulo 32 #

Me paré unos segundos a pensar quién podría ser el gilipollas que estaba detrás del auricular. 
- ¿Me oyes o qué?
Y claro, adiviné quién era por esos modales.
- No voy a coger un avión a España.
- ¿Por qué? ¿Te dejan? Se lo diré a tu madre.
- Javi, déjalo. Iré en unos días.
Al oír ese nombre, Zayn dejó caer un bol que había cogido al suelo. Lo miré extrañada, fingió una sonrisa y siguió concentrado en la cocina.
- ¡No! Te quiero ver aquí ya. Mañana tenemos una fiesta y quiero que vengas conmigo.
- No pensaba ir aunque estuviese allí.
- ¿En serio? - dijo irónicamente.
Me hizo recapacitar por un momento. Es cierto que si nada de lo que me había ocurrido este mes hubiese ocurrido, probablemente me pide ir con él a la fiesta y hubiera ido. Sí, así de idiota era. 
- Sí.
- Lo dudo.
- Venga, hablamos otro día.
- No, hablamos ahora.
- No vas a obligarme más a nada.
Zayn se dio la vuelta con aspecto de enfado. Me cogió el móvil bruscamente y lo miró con intención de cortar la llamada. Pero cuando iba a darle al botón, se arrepintió de esa decisión.
- Ya te dije que ni se te pasara por la cabeza volver a decirle nada. ¿Quieres que lo de la última vez se triplique?
Y esta vez, después de soltarle eso a Javi, Zayn colgó el móvil dejándolo algo molesto sobre la encimera. De nuevo, me volvió a salvar.
- No hacía falta Zayn...
- ¡Sí que hacía falta! ¿Quién se ha creído que es ese imbécil? ¿Y tú? ¿Y tú por qué no le cuelgas el teléfono cuando sabes que es él? - dijo elevando la voz.
- Zayn cálmate...
- ¿Que me calme? 
- Sí, te estás alterando demasiado. Era una puta llamada.
- Ya. Claro. Y la otra vez era sólo un puto paseo.
Le miré con decepción y rabia en los ojos. Él se quedó mirando, atónito por lo que acababa de decir. Me levanté lentamente de la silla, con intención de salir de esa habitación para irme a llorar un rato. ¡Qué tonterías decía! Lo que quería era tener a mi lado a Louis para que él me diera uno de sus abrazos de oso que me hacían reír tanto. 
- Maribel, espera, espera. - Zayn me cogió del brazo.
- Venga ya, déjame en paz.
- No, lo siento. No era mi intención. Es que el imbécil ese me saca de quicio.
- Pues no lo pagues conmigo, joder.
- Lo siento princesa.
- Que no, ahora me dejas.
Me acercó a él por la cintura.
- A menos de cinco milímetros de nosotros me lo repites otra vez.
- ¿Te estás riendo de mí? - dije seria.
- No. Si lo haces te dejo tranquila.
Joder, cómo me conocía. Como sabía cuál era mi punto débil; él. Me acercó lentamente a él. Cinco centímetros, cuatro, tres, dos, uno. Ya quedaban milímetros.
- Ahora me lo repites.
- Zayn...
- Venga valiente.
- Gracias por salvarme de nuevo.
Sonreí y le besé agarrando su cara lentamente. Él me respondió pegándome aún más a él, cosa que ya parecía imposible y agarrándome por la espalda. Estuvimos como de costumbre varios minutos así. Minutos que yo quería que fueran interminables.
(NARRA HARRY)
Apenas acabábamos de llegar a Madrid cuando Lou ya estaba mandando un mensaje a Maribel diciendo que habíamos aterrizado bien y demás. Puesto que las chicas eran de allí, nos guiaron hasta encontrar un taxi que nos llevara a una estación de tren. Cogeríamos un tren hacia Málaga y de taxi en taxi hasta Marbella. 
- Joder Niall, ¿no te podías comprar la casa en un sitio más cercano? Que Marbella esa está en la otra punta del país - repuso Liam, parecía cansado del viaje.
- ¡Oye que fueron mis padres! Veraneábamos mucho allí.
- Venga, no os quejéis. Al menos tenemos casa - dije intentando dejar la tonta disputa.
- Exacto - afirmó Ana con una sonrisa.
Todos nos montamos en taxis, ya que no cabíamos en uno, fuimos en dos. En el primero íbamos Niall, Ana y yo, y en el segundo Liam, Lucía y Louis. Las tres 'L' juntas. Vale, era un chiste malo, pero por un momento me hizo gracia. Pocos minutos después llegamos a una gran estación de tren, pedimos los billetes, y el tren salía en media hora, así que, por petición de Niall fuimos a comer algo. No había mucho donde elegir en una estación de tren, y más cargados con tantas maletas como llevábamos, así que fuimos a comprar patatas y otras chucherías en un kiosko que había allí. Louis y Niall se ofrecieron a comprarlo todo mientras Liam, Ana, Lucía y yo nos quedábamos en los asientos cuidando las maletas. Aunque tan pronto como Louis y Niall terminaban de comprar, Liam y yo nos quedábamos solos.
- Chicos... ¡ahora venimos! - Ana cogió nerviosa la mano de Lucía y ambas se dirigieron a los servicios.
Las caras de los cuatro eran de pura confusión, pero hasta que no volviesen no podíamos hacer nada, así que entre risas y algunas bromas, abrimos las chucherías y comenzamos a comer.
(NARRA LUCÍA) 
- ¿Ana? - dije riendo mientras entraba de su mano en el baño.
- Necesito contarte algo - estaba bastante seria, me asusté un poco.
- ¿Qué ocurre?
- Verás, el otro día puse la oreja en la habitación de Niall. Pensaba entrar a verle para preguntarle unas cosas, pero oí risas al otro lado de la puerta, y por el tono de voz, adiviné que era Zayn quien estaba dentro.
- ¿Y qué?
- Pues que Zayn hablaba de hacer no se qué cosa para Maribel. Y Niall le dijo que no se le ocurriera hacerlo, que se podía cargar la relación al completo.
- ¿Qué es esa cosa? 
- No me enteré bien... - se miró en el espejo y sacó algunas cosas para repasarse el maquillaje.
- Necesitamos saberlo.
- ¿Pero qué puede ser? Algo se cargue su relación...
- Ya tiene que ser muy gordo. - dije peinándome.
- Pero lo averiguaremos.
(NARRA ZAYN)
- Mi amor - dije mirando el reloj - ¿hiciste ya las maletas?
- ¿En serio crees que voy a ir a Bradford? - contestó desde el baño.
- Realmente espero que sí - reí.
- Zayn - salió con la toalla alrededor de su cuerpo - no voy a ir a ver a tu familia. Me odiarán.
- ¿Por qué? 
- Pues por los rumores. - se dirigió a su parte del armario para coger ropa.
- ¿Qué rumores?
- Oh venga Zayn. Louis y yo, sabes de qué te hablo.
- No creo que te odien por eso. - cogí mi ropa de interior y me metí en la ducha.
Un 'seguro que sí' fue lo último que oí antes de abrir el mango de la ducha. No me gustaba pasarme mucho tiempo bajo la ducha, además, de que con todo lo que había tardado esta mujer, llegaríamos tarde al restaurante. Pocos minutos después salí, me sequé lo más rápido que pude, me coloqué la ropa de interior, y salí del baño. Para mi sorpresa, estaba radiante. Un vestido palabra de honor azul claro, con unos tacones blancos, pelo liso y flequillo, que marcaba muchísimo el color de sus ojos. Llevaba algo de rojo en los labios. Vale, ahora mismo me tiraba hacia ella y me la comía a besos. 
- Vale, si vas a ir así, no salgo contigo. - dijo riendo.
- No seas boba, ahora me visto. - me dirigí al armario, paré, me giré y la miré serio - Aunque si no fuera por ti, iría así, eh. Es bastante cómodo - reí cuando noté un cojín en mi espalda y cogí casi lo primero que vi en el armario. Pantalones beige, camisa básica con algunas rayas, una chaqueta azul de traje y los zapatos. Ala, ya estaba vestido. Bajé corriendo las escaleras y allí estaba ella, esperando.
- Que sepas que esto tenía que ser al revés - dijo con una sonrisa.
- Anda, vamos - agarré su cintura por detrás empujándola suavemente hacia la puerta.
(NARRA ANA) 
Ya era de noche aquí, así que en Londres más de lo mismo. La verdad es que tenía ganas de ver a Maribel, no sabía por qué. La casa de Niall era muy acogedora, no era excesivamente grande y eso estaba bien, porque así podíamos encontrarnos los unos a los otros con facilidad. Lucía se estaba duchando, y Niall, Louis y Liam estaban viendo la televisión, bueno, estaban intentando verla. Vieron que echaban los Simpsons, y usaban el traductor de Google y a Niall para entender más o menos lo que decían. Era bastante graciosa la situación, pero decidí observar el mar desde la terraza. Realmente echaba de menos mi tierra, Tenerife. Ir a vivir a Madrid con 14 años fue una decisión muy dura que mis padres tomaron sin ni si quiera preguntarme. Pero estaba feliz, porque tras dos años viendo a Lucía una vez al año aproximadamente, la podía ver todos los días, ya que vivíamos muy cerca. A Maribel ya la conocía antes de irme a vivir a Madrid. Ella era de Jaén, Andalucía. La verdad es que al principio de nuestra amistad las tres estábamos separadas. Pero miradnos, acabamos viviendo las tres en Madrid. Noté unas manos en mi espalda que me quitaban todos esos pensamientos. Las de él. Las de la persona que necesitaba para vivir.
- Es bonito todo esto. - susurró Harry.
- Claro, ¡es España! - reí - aunque más bonito es el paisaje de donde yo soy.
- Mm.. ¿Tenerife, no? - dijo con dificultad.
- Sí - sonreí - ¿aún recuerdas eso? 
- No seas boba, escucho cada palabra que me dices - le miré con una sonrisa encarnando un poco la ceja - Vale, cuando no me quedo embobado contigo, pues te escucho.
- Eres bobo. 
- Bobo y sexy.
- Mucho.
Reímos ambos y seguimos mirando el paisaje.
- ¿Algún día me llevarás?
- ¿A dónde? - dije sorprendida.
- A Tenerife. - ya le iba cogiendo el gustillo a decir la palabra.
- Claro, cuando quieras.
- Pues cuando terminemos estas 'vacaciones' me llevas. Bueno, te llevo yo, y tú me enseñas aquello. 
- ¿En serio? Mis amigos... Todo lo que dejé allí...
- Los verás a todos de nuevo, lo prometo.
Sacó una sonrisa de mi rostro en aquel instante. Hacía tantas cosas por mí, realmente lo amaba, más que a nada ni nadie. Sentía por él lo que jamás había sentido por nadie. Y me sentía afortunada por tenerle. Era muy afortunada. Quizás nunca mi suerte fue mala, como yo creía. Quizás todos los posibles palos que me dio la vida durante estos años, me recompensarían con él. Sí. La respuesta a todo, era él. Y de repente empezó a cantar.
- Baby you light up my world like nobody else, - sonreí como una boba, me situé delante de él, dando la espalda al hermoso paisaje que había delante de aquella casa. Puesto que la sonrisa que él desprendía mientras cantaba era más bonita que cualquier otra cosa en el mundo - the way that you flip your hair gets me overwhelmed, but when you smile at the ground it ain't hard to hell, - me acerqué a él sonriendo, mientras me agarraba de la cintura sin dejar de cantar - you don't know, oh oh, you don't know you beautiful, oh oh, - le agarré suavemente de la nuca sin dejar de sonreír, fue bajando el tono, hasta que estábamos tan cerca como en el vídeo original de la canción, y sólo le salió un pequeño susurro - that what makes you beautiful. - me miró todavía manteniendo la distancia que yo había puesto - Eres la chica más preciosa que pisa la tierra.
- Te amo.
- Pero yo más, princesa. Mucho, mucho más.
Y entre sonrisas y besos de esquimal, besos cálidos y dulces aparecieron entre nosotros.

3 comentarios:

  1. Maribel ¿porque escribes tan jodidamente bien? ¿Porque cada palabra, cada frase, cada párrafo que escribes lo adoro más? puaaaaaaaaaaaf*-* Es que es todo taaaaan perfectoo:') Enserio, no tengo palabras me encanta, me encanta y me encanta, joder*-* Sigue pronto cariño<3

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  2. DEFINICIO GRAFICA DE PERFECCION: TUS CAPITULOS, ME ENCANTA DE VERDAD, ME SACAN LAS SONRISA DEL DÍA A DÍA, COMO DIJE ANTES, VUELSTRAS NOVES, LOS ROLLS, TODO CON VOSOTRAS ES PERFECTO, COMO EL CAPITULO. ERES LA MEJOR, TE LO DIRE SIEMPRE.

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  3. Oh por Dios, cada capitulo es mejor, me encanta tu novela y no me cansare de decirtelo.

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